ESTUDIO PRIMERA DE JUAN CAPITULO 5


CAPITULO 5

Versículo 1

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

Muchas veces de muchas maneras complicamos el evangelio, añadiéndole o quitándole, sumándole restándole importancia a ciertas cosas, si bien el evangelio es la verdad más grande que cualquier ser humano necesita conocer, y es tan profundo y sublime más que cualquier verdad expresada en el universo, pero a su vez es tan sencillo que puede llegar a ser entendido aun por un niño,
el evangelio es sencillo, el hombre es pecador por naturaleza y ha violado la ley de Dios, y por ello está condenado a una eternidad en el infierno, pero Dios en su gran amor envía a su único hijo para ser sacrificado en el lugar del hombre y pagar por los pecados de este, ahora todo aquel que se arrepiente de sus pecados y cree de corazón en esta verdad y la acepta como propia tiene la vida eterna, cuando el apóstol Juan nos está hablando de que todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, esa palabra Cristo significa el “ungido” y ese ungido era el que Dios había prometido en la ley que iba a redimir al hombre del pecado, por eso creer en Jesús no es solamente creer que él existió o que fue un gran profeta, o un gran hombre, creer en Jesús implica reconocer que verdaderamente fue él el enviado de Dios que vino al mundo para redimir nuestros pecados, y cuando abrazamos esta verdad y la hacemos propia creyéndola de corazón es que nacemos de nuevo, no hay nada más que hacer, solamente creer, sabemos que el hombre por su naturaleza no puede creer por sí solo, sabemos que la fe es un don de Dios como esta descrito en Efesios 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. Y el momento en que Dios le da ese don para que el ser humano llegue a creer es en el momento de la predicación del evangelio, pues es este evangelio el poder de Dios para salvar, Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.  La predicación del evangelio es la que trae fe al corazón del ser humano, pues la fe viene por el oír la palabra de Dios, Romanos 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. cuando alguien escucha el evangelio, Dios le está dando la fe para que esa persona pueda creer, por eso la biblia dice: Juan 3:18  El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Ahora solamente en este punto el hombre puede decidir si cree o no, si ha creído es nacido de Dios y si no cree ya es condenado por no creer, ahora lo que Juan nos está describiendo aquí, es que si amamos al que nos engendro es decir a Dios, también debemos amar a los que han sido engendrados por él es decir a nuestros hermanos, pues ahora somos miembros de una familia y todos pertenecemos a un mismo Padre que es Dios.


Versículo 2

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.

En el versículo anterior la palabra de Dios nos venía hablando acerca de que si amamos al que engendro es decir a Dios, también debemos amar a los que han sido engendrados por Dios, algo que el apóstol Juan recalca una y otra vez en esta carta es que, el amor de Dios está estrechamente ligado con el amor a nuestros hermanos, es imposible separar una cosa de la otra ya que el amor hacia nuestros hermanos depende del amor que tenemos hacia Dios, pues es en este preciso versículo que nos habla esta verdad, la manera en que podemos saber que verdaderamente amamos a nuestros hermanos es precisamente que amamos a Dios, si no amas a Dios no puedes amar a tus hermanos, ya que el amor a Dios implica como nos dice Juan aquí en guardar sus mandamientos, y sabemos que cuando guardamos sus mandamientos, cada mandamiento implica el no hacer daño a los demás, si yo obedezco el mandamiento de no robar, estoy evitando un mal a mi prójimo, si obedezco el mandamiento de no mentir, le estoy igualmente evitando un mal, en ese caso el amor hacia ese hermano se está haciendo una realidad y no se queda tan solamente en palabras, por eso cuando obedecemos a Dios le estamos amando y cuando amamos a Dios también estamos amando a nuestros hermanos.

Versículo 3

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

Siguiendo con la misma idea del versículo anterior, nos recalca una vez más que el verdadero amor a Dios se expresa no solamente diciéndoselo en una canción o gritándolo a los cuatro vientos, sino va más allá, se demuestra cuando guardamos sus mandamientos. Muchas personas casi siempre que piensan en los mandamientos de Dios los ven como una carga pesada que tienen que llevar haciéndose a la idea de que es algo imposible de alcanzar, y ciertamente si estamos sin Cristo en nuestras vidas es algo imposible, pero para un Cristiano que ha nacido de nuevo que tiene al Espíritu Santo morando en su vida, definitivamente no es una tarea imposible, muchas veces lo que se nos dificulta de hacer la voluntad de Dios es que satanás siembra en nuestro corazón el pensamiento de que no es posible realizar tan obra, y la mayoría de veces nos rendimos aun antes de empezar, porque aún tenemos el pensamiento de debilidad que abunda en el mundo, pero cuando nos damos cuenta quienes somos, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, el cambio de naturaleza que ha ocurrido en nuestros corazones, quien es el que vive en nosotros y quien está dispuesto a hacer su voluntad a través de nosotros es que nos damos cuenta que definitivamente sus mandamientos no son gravosos, es decir no son difíciles de cumplir, no debe ser una carga el pensar que cierto mandamiento, que Dios me ha dado, está ahí para molestarme la vida, sino por el contrario, cada mandamiento está ahí para bendecirnos en el momento que lo obedezcamos, y de ninguna manera será algo difícil de realizar porque recuerden es Dios a través de nosotros haciendo lo que es agradable delante de él.

Versículo 4

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

Este versículo es sumamente importante ya que nos muestra una realidad que está presente en todos los hijos de Dios, muchas veces menospreciamos nuestra condición de hijos de Dios, a veces nos parece que somos personas común y corrientes que no nos diferenciamos en nada a las personas que no son creyentes, y ciertamente en muchas personas que asisten a una iglesia sea cierto, pues posiblemente no han nacido de nuevo, pero un verdadero Cristiano que ha experimentado el poder regenerador del Espíritu Santo, su realidad es totalmente distinta, este versículo nos habla que si verdaderamente somos nacidos de Dios, inevitablemente hemos de vencer al mundo, y ¿Qué es el mundo? En esta misma carta el apóstol Juan nos dice qué es el mundo, 1 Juan 2:16  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Si somos hijos de Dios venceremos todo deseo de la carne, todo deseo de los ojos, venceremos toda la vanagloria con que nos tienta esta vida, por eso Juan en el versículo que estudiamos anteriormente, nos habla de que sus mandamientos no son gravosos, pues como hijos de Dios podemos vencer todos los obstáculos que nos presenta satanás a través de tentaciones y deseos que coloca en nuestro camino, y la manera en que podemos salir victoriosos ante cualquier tentación que se nos presente es por nuestra fe, que siempre debe estar puesta en el poder de Dios, no fe en nosotros mismos, pues cuando creemos en su poder, estamos declarando que no confiamos en la debilidad de nuestra carne, sino por el contrario, estamos dando testimonio que por nuestras propias fuerzas sería imposible cumplir los mandamientos de Dios y vencer toda tentación, pero que es por la fe en nuestro poderoso Dios que tenemos la victoria, la fuerza y el carácter para salir siempre victoriosos, así que si queremos vivir una vida de santidad y obediencia a la palabra de Dios es necesario entender que somos sus hijos y por esta causa somos vencedores y que nuestra guerra no es contra carne y sangre, sino es una guerra de fe.

Versículo 5

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Una  vez más en este versículo nos remarca, que solo aquellos que han nacido de nuevo, es decir los que hemos creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios, somos totalmente vencedores sobre todo lo que es el mundo y lo que él ofrece, cosa muy distinta de aquellos que no son cristianos, por eso es imposible para un incrédulo dejar de pecar, pues aun sus más plausibles actos de bondad se convierten en una abominación ante Dios, uno de los problemas más graves que enfrenta la iglesia hoy en día es que muchos de los que asisten a la iglesia no son nacidos de nuevo, y sin el ánimo de juzgar ni criticar a nadie, pues esta condición del corazón solo la conoce Dios y considero que debería conocerlo cada persona, y digo que es uno de los problemas más graves porque muchos sin ser salvos han escuchado la palabra y que es lo que Dios demanda de sus hijos como una vida de santidad apartados del pecado, una consagración en comunión con Dios y todas aquellas cosas que encierran la vida cristiana genuina, y ellos al intentar hacer todas aquellas cosas que solo son posibles en alguien que ha nacido de nuevo y que es un hijo de Dios, comienzan a frustrarse y a vivir una vida de hipocresía, intentando actuar como hijos de Dios, pero siendo aún personas no regeneradas, de ahí viene muchos malos testimonios, donde personas que se suponen deberían vivir una vida santa viven peor que el mundo, porque simplemente no pueden vencer sus tentaciones, pues no son nacidos de Dios, porque no han creído de corazón que Jesús es el hijo de Dios, ahora esto no quiere decir que como hijos de Dios nunca fallaremos y que muchas veces no pequemos, también nosotros estamos expuestos a la tentación del pecado y cuando caemos es simplemente porque no nos hemos fortalecido en la gracia de Dios y nos olvidamos de quienes somos, solamente debemos tener este pensamiento en nuestro corazón somos hijos de Dios y por esta causa hemos vencido al mundo

Versículo 6

Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.

Aquí entramos en un versículo que requiere un análisis mucho más teológico, miraremos una de las interpretaciones más usadas para este versículo, primeramente debemos de ver que la palabra “vino” hace referencia a “manifestarse” mirándolo de esta manera podemos decir que Jesús se manifestó a través del agua que puede simbolizar su bautismo, en el cual el Padre dio testimonio diciendo que “este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia” y la sangre representa su muerte en la cruz, dando testimonio las cosas ocurridas durante ella, tales como el velo que se rasga en dos, el terremoto, las tinieblas sobre la tierra, muertos resucitando” cada una de estas cosas que ocurrieron dan testimonio de que Jesús verdaderamente es el hijo de Dios, cuando dice no mediante agua solamente, nos muestra que no solamente vino a ejecutar un ministerio que comenzó justamente después de este acontecimiento que fue el bautismo, sino mediante agua y sangre dando a entender que también su propósito era derramar su sangre en la cruz y que este hecho daría testimonio de verdaderamente quien era Jesús, ahora, todo esto fue dado por el testimonio del Espíritu Santo,

Como podemos aplicar este versículo o en que nos puede ayudar a nuestra fe, primero que todo dándonos la certeza que nuestra fe no está colocada en cosas vanas, sino que tenemos un fundamento sólido, el acto del bautismo de Jesús fue un testimonio vivo, no solo para los que estaban presentes en ese momento, los cuales escucharon la voz del cielo, sino también para todos los que consideramos la palabra de Dios como cierta e inspirada por Dios. Mediante un acto sobrenatural Dios manifiesta que verdaderamente Jesucristo es su hijo, el cual Él ha enviado para salvación de los hombres, esto nos genera paz, al saber que Jesús no era un hombre ordinario, ni mucho menos un charlatán o simplemente un hombre sabio, sino que en Jesús había algo que lo distinguía de todos los hombres, y le daba una aprobación sobrenatural de parte de Dios, cuando entendemos que Jesús vino mediante sangre, es decir su muerte en la cruz, ella nos da testimonio que su muerte no fue como la de un vil delincuente sino que por el contrario, los hechos sobrenaturales que ocurrieron nos muestra que algo realmente importante estaba sucediendo durante ella, dándonos a entender que Jesús verdaderamente es el hijo de Dios, pues si hubiese sido un hombre común y corriente, su muerte hubiese sido común y corriente, por eso podemos descansar que nuestra fe esta puesta aquel enviado genuinamente por Dios, que sin ninguna sombra de duda podemos confiar en toda la obra hecha por él, además de esto tenemos al Espíritu Santo que nos da el testimonio a nuestro espíritu, de que ciertamente todo esto es cierto y sabemos que el nunca miente ni engaña, esto me lleva a entender que entre más comunión genuina tengamos con el Espíritu Santo y una relación directa con la palabra más entendimiento y certeza tendrá nuestro corazón de la realidad de la palabra de Dios.

Versículo 7

Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Antes de comenzar el análisis, debo decir que este versículo ha causado gran polémica por la autenticidad de él, muchos niegan que parte de este versículo estuviera incluido en la versión original escrita por Juan, y tampoco estaba incluida en los primeros manuscritos del griego, sin querer entrar en detalles ya que el propósito de este estudio más que ahondar en temas profundamente teológicos está más centrado en la parte práctica y aplicable a nuestras vidas de cada uno de estos pasajes bíblicos, sin embargo hare una pequeña reseña del porque este versículo ha sido tan controvertido, resumiendo la historia hasta lo máximo que se pueda, para centrarme en la parte espiritual.

La primera traducción de la biblia del griego al latín fue la vulgata latina traducida por el monje  Jerónimo de Estridón en su primera versión no adiciono este versículo tal como está, fue en versiones posteriores debido a la presión de algunos clérigos de la iglesia católica que fue incluido, ya que en unos textos griegos tardíos se encontró esta frase, otros eruditos concuerdan con que esta frase “en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.” Fue lo que hoy comúnmente llamamos una nota de pie de página que algunos escribas que tradujeron el texto colocaron allí para aclarar y darle un sentido más amplio al tema que se estaba refiriendo Juan directamente, pero no necesariamente fue escrito por él, con el paso del tiempo muchos traductores incluyeron en el texto aquel pie de página, por esta razón la encontramos hoy en la versión Reina Valera, pero si analizamos otras versiones modernas de la biblia muchas de ellas omiten esta frase ya que en los manuscritos más antiguos no está escrita. Ahora en donde radica el problema con este versículo, se dice que su inclusión fue para fortalecer la doctrina de la trinidad, el hecho es que muchas sectas unitarias han usado este error de algunas traducciones para declarar que la doctrina de la trinidad es una mentira inventada por el vaticano y seguida por las iglesias cristianas evangélicas trinitarias, ahora bien si concluimos que esta frase no estaba incluida en el texto original, de ninguna manera quiere decir que la doctrina de la trinidad no sea bíblica, cabe anotar que Tertuliano y Orígenes apologetas (defensores de la fe) de su época (160d.C - 220 d.C.) fueron fieros defensores de la doctrina de la trinidad y no tenían este versículo como base para su defensa, escribo esto para dar a entender que existen muchos otros pasajes bíblicos que nos hablan acerca de la trinidad y debo aclarar que si somos honestos no deberíamos usar este versículo para defenderla, pues existen muchos otros con mucho más peso doctrinal, aclarado este punto tomare como referencia para el análisis el versículo de la NVI que dice:

Tres son los que dan testimonio,

Este versículo simplemente refuerza la idea que veníamos hablando en el versículo anterior, que verdaderamente podemos tener la confianza, de que nuestra fe esta puesta en la persona correcta es decir en Jesucristo pues él verdaderamente es el hijo de Dios, pues tanto como su bautismo, como su muerte y el Espíritu Santo, nos testifican esta verdad maravillosa.

Versículo 8

Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.

Siguiendo con la idea de los versículos anteriores lo que el Apóstol Juan nos quiere decir en este es que no hay ninguna contradicción entre estos tres testimonios que tenemos quien es Jesús, ya que los tres nos apuntan a una sola cosa, él es el hijo de Dios encarnado, su bautismo lo que sucedió allí la voz que vino del cielo el Espíritu Santo como paloma sobre él nos confirman esta verdad, en la cruz, su sangre derramada como testimonio de que él era el cordero de Dios que con su sangre quitaría el pecado del hombre, todo estos sucesos concuerdan con el testimonio que el Espíritu Santo da a nuestro corazón de entender y saber que nuestra fe esta puesta en quien Dios el Padre determino como salvador de los hombres su hijo Jesucristo.

Versículo 9

Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.

Muchas veces como seres humanos tenemos la muy mala costumbre de creer únicamente en lo que vemos, nos parecemos mucho al Apóstol Tomas quien afirmo que hasta que no introdujere sus dedos en las heridas de Jesús no creería que Él había resucitado, muchas veces nos es más fácil creerle a un hombre que nos habla palabras bonitas muy ilustradas y bien dichas, el cual nos puede traer cualquier enseñanza errónea y no creerle al testimonio que Dios nos ha dado en la palabra de Dios, acerca de cualquier verdad, en este caso concreto “Que Jesús es el Hijo de Dios” y que significa que Jesús sea el Hijo de Dios, no es otra cosa más que él mismo es Dios. Esto le genero graves problemas a Jesús, pues los judíos sabían que, el que se llamara a si mismo Hijo de Dios se estaba haciendo igual a Dios pues ellos sabían que tanto el Padre como el Hijo son Dios miremos en este versículo Juan 5:18  Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, HACIÉNDOSE IGUAL A DIOS.

A donde quiero llegar con todo esto, simplemente a entender que es supremamente importante para nosotros como cristianos tener un concepto muy claro acerca de quién es Jesús, pues de ahí depende toda nuestra fe, ya que Jesús es el fundamento de ella, él es la roca sobre la cual edificamos nuestra vida espiritual y si esa roca está mal colocada todo lo que construyamos sobre ella estará mal, así que nuestra vida espiritual se basa en nuestro conocimiento acerca de Jesús, si tu no crees de corazón ni estas plenamente convencido de que Jesucristo es el Hijo de Dios encarnado y que eso es equivalente a que él mismo es Dios tu fe puede estar mal, si no crees en esta verdad, posiblemente ni siquiera eres salvo, Dios el Padre dio testimonio de quien es Jesús en su bautismo hablando desde los cielos, en su muerte a través de todas la señales que el mostro, y sobretodo nos ha dado el testimonio del Espíritu Santo, que más debes de tener para que creas que Dios mismo en Jesús murió en una cruz para pagar por nuestros pecados y darnos vida eterna.

Versículo 10

El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Este versículo es bien especial por las verdades que hay en él, primeramente nos muestra que si colocamos nuestra fe en el Hijo de Dios, en Jesús, una obra sobrenatural sucede en nuestros corazones, pues cuando abrazamos esta verdad y la creemos, Dios nos da la seguridad de que este testimonio es cierto, de que nuestra fe puesta en la persona correcta, muchas personas hasta que no tengan todas la pruebas suficientes, hasta que todo este comprobado por un método filosófico o científico, no creerán, precisamente ese es el problema con algunos ateos, digo con algunos porque no todos son así, muchos simplemente lo que tienen es odio, rencor y resentimiento hacia Dios, pero otros buscan sinceramente la verdad, pero el hecho de que la busquen con sinceridad de una manera meramente racional no quiere decir que la encuentren, muchos quieren creer en Dios, y si alguien les puede comprobar por el método científico o filosófico que Dios es real, si les presentan las pruebas suficientes que los lleve a entender de una manera totalmente convincente, ellos creerán, desafortunadamente con Dios no es así, pues a Dios le plació que le conociéramos solamente a través de una manera y es por la fe, aunque Dios se ha manifestado a los hombres de muchas maneras, a través de la creación principalmente, muchas de las cosas existentes hablan de la realidad de un diseñador inteligente, el cual es Dios, pero no a través de esto podemos llegar a conocer a Dios tal y como él quiere que lo conozcamos, pues para conocerlo verdaderamente es como dije anteriormente indispensable la fe, pues como dice en Hebreos 11:6 Sin fe es imposible agradar a Dios… aunque la fe no va en contra de la razón como muchos piensan, algunos dicen que los cristianos tenemos una fe irracional, y esto es totalmente falso, pues hay muchas pruebas naturales y razonables que demuestran la existencia de un ser supremo, pero solamente llegaremos a entender las cosas espirituales de Dios a través de la fe, y lastimosamente esto es algo que muchos ateos no están dispuestos a hacer.

Veo con preocupación que muchos cristianos sinceros, en su afán de convertir ateos, están dando una cantidad de razones que aunque ciertas, no son efectivas para que un ateo llegue a rendir su vida por completo a Jesús, muchos intentar explicar racionalmente como Dios es el creador y origen de todo, o mostrar evidencias acerca de la historicidad de Jesús, de su resurrección y cosas como por el estilo todas desde un punto de vista intelectual y natural, ahora bien todas estas cosas son ciertas y reales y tienen un valor profundo en cuanto a afirmar nuestra fe sobre todo para alguien que ya es creyente, cada uno de estos argumentos puede a la final convencer a algunos ateos en su mente, pero la verdadera salvación viene por una fe del corazón, y así como muchos de ellos pueden asentar como cierto el cristianismo y pudiesen hasta seguirlo y asistir a una iglesia, puede suceder que así como con argumentos fueron “ganados” también pueden llegar a apostatar con otros argumentos para la mente más razonables y convincentes, así que, si verdaderamente queremos llegar a tener un conocimiento de Dios y un entendimiento de las cosas espirituales es indispensable colocar nuestra fe pura y sencilla en las palabras de Dios, así en un principio no entendamos muy bien muchas cosas, con el tiempo por la fe entenderemos los misterios escondidos en Dios pues como dice el mismo Hebreos 11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Estas son cosas que solo entenderemos por la fe y no por nuestra razón posiblemente para muchos esto no sea suficiente pero para un verdadero hijo de Dios es mucho más que suficiente, pues al creerlo de corazón viene el testimonio de que esto es real, pues estamos colocando nuestra confianza en un Dios que es verdadero y que no nos miente, el simple hecho de dudar algo que el Señor nos ha testificado, le estamos diciendo que él es mentiroso, debemos guardarnos de dudar de la palabra de Dios pues aunque inicialmente sea difícil para nosotros entender, el mismo Espíritu Santo nos lo revelara, así que no dudes cree solamente.

Versículo 11

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

Ahora el punto central de estos versículos que hemos estudiado anteriormente concluyen con esta verdad: “Dios nos ha dado vida eterna” y que esta vida eterna solamente la podemos encontrar en Jesucristo, veo como Dios a través del Apóstol Juan nos quiere dan una seguridad de la obra de salvación que él ha hecho en nuestras, Dios quiere que estemos plenamente convencidos que si tenemos a Jesucristo morando en nuestras vidas, que si verdaderamente nos hemos arrepentido y creído de corazón en el sacrificio de su hijo Jesús por nuestros pecados, que ciertamente tenemos la vida eterna y esa vida no comienza cuando muramos, sino que esa vida ya está en nosotros, por su Espíritu que nos fue dado, Dios nos está testificando que solamente a través de Cristo es que tenemos esperanza, tenemos que confiar que estamos en él no debemos dudar de la obra que él ha hecho en nuestras vidas, considero que si el Apóstol Juan se tomó tanto trabajo en escribir estas verdades es porque satanás está ahí para hacernos dudar de ellas, el diablo siempre quiere traer duda a nuestro corazón sobre todo si somos salvos o no, precisamente 1 de Juan es un libro primero que todo para examinarnos si estamos en la fe correcta, si nuestro testimonio manifiesta que la vida de Dios está en nosotros, y si tenemos ese testimonio nos da la confianza que tenemos esa vida eterna que el prometió a través de su hijo, lo más triste es que no es solo el diablo el que nos hace dudar sino muchas personas a través de doctrinas extrañas que puede ser que no sean anti bíblicas, pero las manipulan de tal modo que pueden hacer dudar de su salvación a un verdadero hijo de Dios, muchas corrientes teológicas enseñan que si tu no crees como ellos no eres salvo, esto es muy grave, además de ser mentira, pues la salvación no se encuentra al seguir cierta teología de ciertas denominaciones, sino solamente por la fe en Jesucristo, una vez mas no te dejes engañar, cree solamente.

Versículo 12

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Este versículo es sumamente clave para continuar con la idea que tenía en el anterior, el Apóstol Juan concluye esta idea  diciéndonos que su tenemos a Jesucristo el hijo de Dios en nuestras vidas verdaderamente tenemos la vida eterna, y si él no está, estamos aún en condenación, ahora tener al hijo de Dios en nosotros significa, que estamos plenamente conscientes y tenemos nuestra fe puesta en saber quién es él, de donde procede, cuál es su obra y su propósito, si creemos y conocemos que él es el Hijo de Dios es decir Dios mismo, cuando sabemos que él procede del Padre, es decir fue enviado por Dios a la tierra y creemos en su obra en la cruz cuyo propósito era morir en lugar de los pecadores, cargando en su mismo cuerpo el castigo por nuestra maldad, no tengamos duda, tenemos la vida eterna, no importa lo que los demás piensen o digan, Dios ha dado testimonio de que esto es cierto a través de su palabra así que no te dejes engañar, si en ti mismo tienes el testimonio de que Jesús está en ti a través de la fe, debes tener la seguridad que tienes la vida de Dios adentro, pero examínate porque si no estás creyendo de corazón en esta verdad, y si solamente lo tienes como una idea mental, puedes estar en muerte aun, pues la fe que salva es la que viene del corazón y esa fe proviene de Dios, no de nosotros mismos, al escuchar su palabra, pues la fe viene por el oír la palabra de Dios, si has escuchado la verdad de la palabra de Dios ahora Dios te ha dado la capacidad para creer en Jesús como el Hijo de Dios y el salvador de nuestros pecados, si aún no lo has hecho arrepiéntete y cree, y si ya eres creyente simplemente gózate y alégrate en el Señor pues tu vida le pertenece y estarás con él por la eternidad, pues tienes al Hijo de Dios

Versículo 13

Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

En este momento el apóstol Juan nos revela uno de los propósitos por los cuales él escribió esta carta, primero nos dice que esta carta va dirigida a todos aquellos que creemos en el nombre del hijo de Dios, no solamente a los de aquella época sino a todos, en todas las épocas, y ahora nos dice que el propósito de este escrito es para que sepamos que tenemos vida eterna, esta afirmación es muy importante, porque primeramente nos está mostrando que la vida eterna no es algo que vayamos a recibir algún día cuando lleguemos al cielo, sino que la vida eterna ya está en nosotros, cuando conocemos que el significado de la palabra muerte es separación, por ende sabemos que vida significa unión, cuando Juan dice que tenemos vida eterna, nos está dando a entender que esa vida es una unión permanente con Dios, y que esa unión la tienen aquellos que han creído en el nombre de Jesús, y creer en el nombre de Jesús hace referencia a creer no solamente quien es él sino la obra que él hizo para redimirnos, y no solamente eso, sino tomar todas sus palabras como ciertas entregándonos por completo a sus enseñanza y señorío, todas estas cosas y muchos más implica el hecho de creer, no está hablando acerca de una fe de labios sino la que Dios coloca en el corazón, ahora esta fe no es solamente inicial como el apóstol Juan nos habla en este versículo, otro de los propósitos por los cuales Juan escribió esta carta bajo inspiración del Espíritu Santo, es para que nuestra fe en el nombre del hijo de Dios continúe y no se quede estancada, si bien al creer recibimos la vida eterna, cuando tenemos esa vida eterna, debemos seguir creyendo y esa fe debe seguir avanzando, nuestra fe actual no debe ser la misma que nuestra fe inicial, debe ser una fe mucho más madura y cimentada, y este es uno de los propósitos más importantes de la palabra de Dios que nuestra fe sea cada día más madura.

Versículo 14

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

Este versículo nos habla de dos verdades fundamentales a las cuales deducimos tan solo al leer una de ellas, primero nos habla de una confianza que tenemos en Dios, es decir una tranquilidad, un lugar al cual podemos corren en medio de la aflicción, y esa confianza es la seguridad que él nos oye en nuestra oración, pero esta confianza tiene una condición que es la que a muchos no les gusta y es que para que Dios nos escuche la oración debe ser hecha en la voluntad de Dios, sabiendo esto podemos deducir que las dos verdades de las que la palabra de Dios habla son: si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye,  pero si por el contrario pedimos alguna cosa que no está conforme a su voluntad, él no nos oye, es así de simple él ni siquiera se tomara el trabajo de escucharla, será como echar agua en una gran vasija con el fondo roto, sería un desperdicio, que tarde o temprano te llevara a la frustración y aun a desanimarte en la fe, no pierdas tu tiempo orando si sabes que lo que estas pidiendo no es la voluntad de Dios o si no estás plenamente seguro de que si es.

Esto me lleva recordar una de las frases que más se me quedaron en el corazón cuando estuve en el seminario bíblico, y esta frase era “la fe comienza, cuando la voluntad de Dios es conocida” y esta frase es totalmente cierta pues es lo que este versículo nos está hablando, si cambiamos la palabra confianza por fe podríamos decir que Y esta es la fe que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Por eso recuerda los que dice Marcos 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. la manera en la cual  podemos con toda seguridad colocar nuestra fe en algo que le hemos pedido a Dios, es que ese algo es su voluntad, y la manera más sencilla de conocer cuál es la voluntad de Dios, es mirando que dice la biblia, necesitas sanidad, que dice la biblia, no que dice tu pastor o el predicador de la tv o tus amigos o el mundo, lo que necesitas saber es que dice la palabra de Dios, ahí está expresada la perfecta voluntad de Dios todo lo que no está conforme a la biblia, por muy bonito o piadoso o santo o humilde que parezca no viene de Dios ni será jamás la voluntad de Dios, bueno en este punto muchos dirán: pero hay cosas específicas para mi vida en las cuales no encuentro una respuesta bíblica porque sencillamente no la hay, por ejemplo, ¿Sera la voluntad de Dios que yo tenga carro? Bueno en la biblia no hay nada especifico que hable sobre ese tema pero mira otros versículos por ejemplo, la biblia dice en Filipenses 4:19  Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Lo primero que tienes que mirar es ¿verdaderamente es un necesidad en tu vida, o es para gastar en tus deleites?  Mira siempre cual es el propósito de lo que pides, si verdaderamente será de bendición o de maldición y en esto debemos ser muy honestos, pues de ahí parte que nuestras oraciones sean escuchadas.

Versículo 15

Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

 En el versículo anterior hablamos acerca de la condición para el no oyera, no para que nos respondiera la oración, si recordamos la condición para que nos Dios escuchara nuestra petición era orar conforme a su voluntad, ahora este versículo nos habla que la única condición para que Dios responda nuestras oraciones es simplemente que él las escuche, es así de sencillo, asegúrate que Dios escuche tu oración, pidiendo conforme a su voluntad, y cuando así sea cree de todo corazón que ciertamente Dios te responderá sin ninguna duda.

Versículo 16

Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.

Hasta este punto hemos estado hablando de orar y pedir conforme a la voluntad de Dios, con esto en mente vamos a analizar el siguiente versículo, que a través de la historia ha sido un poco controversial pues nos habla acerca de “el pecado de muerte y pecado que no es de muerte” si quitar la línea de lo que venimos hablando aquí el apóstol Juan nos está exhortando a orar por aquellos hermanos que han caído en una condición pecaminosa y que el poder de Dios a través de la oración puede restaurarlos, la palabra que Juan usa en este versículo para describir lo que Dios le dará al que está en pecado es vida, ya que cuando alguien peca se está alejando del corazón de Dios y la manera en que Dios lo restaura es acercándolo a él es decir dándole vida cerca de su presencia, esto es algo que no debemos olvidar en la iglesia, ya que muchos nos hacemos indiferentes, y muchas veces hasta cerramos nuestro corazón en contra de aquel hermano que está en pecado, rechazándolo y juzgándolo, pero no así nos habla la palabra que debemos ser, sino por el contrario debemos interceder conforme a la voluntad de Dios para que este sea restaurado, ahora aquí la palabra de Dios nos dice que esto es lo que debemos hacer cuando el hermano ha cometido un pecado que no es de muerte, pero cuando el hermano ha cometido pecado que es de muerte, el apóstol Juan nos dice que no demos orar por los tales, la pregunta que se nos viene a la mente es ¿Cuál es el pecado de muerte?
Hace poco leí una historia de un hombre que continuamente le preguntaba a su pastor si el adulterio era un pecado de muerte, el pastor le dijo que no, tiempo más tarde este se descubrió que este hombre le estaba siendo infiel a su esposa, muchas personas quieren saber cuál es ese pecado de muerte para saber cuál es el límite del pecado hasta donde pueden llegar, obviamente esto es algo absurdo, a través de la historia ha habido muchas interpretaciones en cuanto a este versículo, ahora simplemente nombrare las dos más importantes, dando por hecho de que no me creo poseedor de toda la revelación bíblica absoluta y que tengo muchas cosas más que aprender en esta área, no pretendo sabérmelo todo por esta razón voy a exponer las dos interpretaciones más comunes.

Las dos interpretaciones parten de los que significa la palabra “muerte” en el sentido, si se refiere a muerte física o espiritual.

Primeramente debemos de tener en cuenta a quien se está refiriendo cuando está hablando acerca de esto, notamos que se está refiriendo a “hermano” es decir a alguien que hace parte de la familia de Dios,  Si está haciendo referencia a muerte física debemos entender que una manera con la que Dios puede llegar a disciplinar a sus hijos es la misma muerte, para que no sigan causando más daño, esto lo podemos ver en muchos caso en la biblia, por ejemplo 1 Corintios 5:5  el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. Sin analizar profundamente el contexto vemos que el mismo pablo decía acerca de cuando alguien de la iglesia pecaba de una manera deliberada, fuera entregado a satanás para que este destruyera su cuerpo (es decir que muriera) pero que su espíritu fuera salvo, también vemos cuando en la santa cena el apóstol Pablo hablaba de aquellas personas que tomaban indignamente la cena del Señor que muchas de ellas estaban enfermas como parte de la disciplina de Dios y que muchas de ellas también dormían, haciendo referencia a que habían muerto, 1 Corintios 11:30  Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Vemos que la muerte hace parte de la disciplina de Dios para sus hijos en este contexto de interpretación no hace referencia a la perdida de la salvación por algún pecado especifico, ni se está refiriendo a algún pecado en particular cometido por algún hermano, sino que parte del trato de Dios singular para cada persona conforme a su conocimiento y voluntad solamente él es quien decide a quien disciplinar de esta manera y a quien no, por ejemplo es posible que Dios discipline a alguien por adulterar o por enseñar falsa doctrina, posiblemente a otro que cometa el mismo pecado no, todo parte de la voluntad de Dios, el punto es ¿cómo sabemos si es la voluntad de Dios disciplinar a alguien con la muerte o no? Básicamente mirando su conducta, si es una persona que no muestra señales de arrepentimiento, cuando se le exhorta a volverse a Dios su corazón se endurece más y decide seguir sus mismos paso podemos entender que es una persona por la cual no se debe orar. Hasta este punto es una de las interpretaciones que existen, vemos que claramente tendría un respaldo bíblico,

Ahora si está haciendo referencia a muerte espiritual, la biblia nos muestra dos pecados que no pueden ser perdonados, el primero es la blasfemia contra el Espíritu Santo como vemos en Mateo 12:31  Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. En este punto no quiero entrar en muchos detalles para no causar polémica, también encontramos en Hebreos 10:29  ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?, tampoco quiero entrar en detalles en este para no causar polémica, pero según puedo ver analizando los contextos son pecado que solo pueden ser cometidos por un cristiano, no por alguien del mundo, esta puede ser una referencia a la que puede estar haciendo referencia el apóstol Juan en este versículo, de cualquier manera sea como sea nuestro deber es de orar por aquellos hermanos que están en pecado y desobediencia para que sean restaurados y sanados, y si en tu corazón sientes que no debes orar por alguien en específico no por pereza solamente sino porque Dios te está guiando a no hacerlo no lo hagas.

Versículo 17

Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.

En este versículo el apóstol Juan nos hace referencia a que toda injusticia es pecado, cuando pensamos en la palabra injusto nos imaginamos por poner un ejemplo a alguien que tiene dos hijos y uno comete una travesura pero castiga al otro, pensamos que esa es una persona injusta, y de cierta manera si lo es pero en el contexto de este versículo no se está refiriendo a esa clase de persona, la palabra “justo” significa alguien no que simplemente le da a cada quien lo que se merece, sino hace más referencia a una persona recta en todas las áreas de su vida que está alineada conforme a unos parámetros establecidos, entonces cuando el apóstol Juan nos habla de injusticia nos está hablando de falta de rectitud, de alguien que se ha salido de los parámetros establecidos, y en este caso los parámetros establecidos sabemos que se encuentran en la palabra de Dios y los mandamientos que él nos ha dejado, toda persona que no está viviendo conforme a la línea de vida trazada por la palabra está viviendo una vida en injusticia, podemos deducir que toda injusticia es no andar conforme a la palabra de Dios, cada vez que nuestra vida no está alineada conforme a esta palabra nos estamos saliendo de la justicia, que representa la palabra de Dios, y en el versículo anterior explicamos lo que posiblemente el apóstol Juan hacía referencia en cuanto al pecado de muerte.

Versículo 18

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

En este versículo el apóstol Juan una vez más nos está haciendo una afirmación bien enfática en cuando a como debe ser la relación de un verdadero hijo de Dios con el pecado, para comprender este versículo primeramente debemos de mirar un poco más profundo en la condición de alguien que ha nacido de Dios, un verdadero hijo de Dios es aquel que se ha arrepentido y creído de corazón en la obra de Jesucristo, y esta fe ha producido por el Espíritu Santo un nuevo nacimiento, es decir el viejo hombre ha muerto y ha recibido una nueva naturaleza, y con esa naturaleza llegan nuevos deseos nuevos anhelos, alguien que ha experimentado esta transformación ya el pecado no hace parte de sus deseos más profundos, sino que ahora odia y aborrece el pecado, en su espíritu el pecado ya no está, ahora debemos entender que no solamente somos espíritu que también tenemos alma y cuerpo que también hacen parte de nuestro ser, nuestro espíritu ha sido redimido pero nuestra alma y cuerpo están en el proceso, por esta razón la biblia nos dice en Gálatas 5:16  Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Cuando andamos en el Espíritu esta verdad se hace más real en nuestras vidas, sin embargo a lo que el apóstol Juan se esta refiriendo aquí es al hecho de que el pecado en un cristiano no será la constante en su vida, sino la excepción, aquí en este mismo versículo vemos una gran promesa que Dios nos da que nos deja muchas enseñanzas en cuanto a nuestra relación con Dios y con el pecado, luego de decirnos que el que es nacido de Dios no practica el pecado nos muestra una razón muy importante por la cual esto se puede llegar a ser posible en la vida de un hijo de Dios, dice que aquel que fue engendrado por Dios le guarda, es decir que Dios con el poder del Espíritu Santo nos guarda del pecado, y si Dios nos tiene que guardar es porque es posible que podamos caer, ahora después nos habla de que el maligno no le toca, esto me lleva a entender que satanás esta insistentemente tratando de tocar nuestras vidas para que pequemos debemos de saber que él es el tentador como dice en 1Tesaloniscences 3:5  Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. Aquí Juan nos habla de cómo debe ser el estándar de un cristiano, primero que no peca porque Dios le guarda y por esta razón el maligno no le va a tocar, ahora cuando analizamos otros pasajes de la biblia podemos ampliar esta verdad en cuanto a que muchas veces un cristiano si le puede llegar abrir la puerta al diablo, así como dice en Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequéis no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. Cuando permitimos pecado como la ira y el enojo le estamos abriendo la puerta al diablo para que tome lugar en nuestra vida, puede tocar nuestro cuerpo, y aun puede llegar a influenciar nuestra alma pero lo que no podrá tocar es nuestro espíritu ya que es nacido de Dios y Dios lo guardara.

Versículo 19

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

Espiritualmente hablando solo podemos tener dos padres haciendo referencia no al que nos engendró específicamente, pero si al que tiene control de nuestra vida, cada ser humano solamente puede llegar a ser hijo de Dios o definitivamente hijo del diablo, no hay lugares intermedios, sabemos que a todos los que le recibieron y a los que creen es su nombre se les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, es decir que única y exclusivamente estos son hijos de Dios y por ende sin importar su religión, raza, sexo, edad, estrato social, todos absolutamente todos los demás son hijos del diablo y están bajo su poder, como vemos en  Efesios 2:1-2  Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, también podemos ver en 2 Corintios 4:4  en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

Versículo 20

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Teniendo en mente la realidad que nos muestra el versículo anterior que el mundo entero está bajo el maligno, podemos entender la verdad que el apóstol Juan nos expone en este versículo y es que Jesucristo mismo ha abierto nuestro entendimiento, para conocerlo a él mismo, podemos ver un versículo que nos habla de esta verdad cuando los discípulos de Jesús iban camino a Emaús y él se les apareció pero ellos no lo reconocían hasta tiempo después que Jesús mismo les abrió los ojos para que lo conocieran, de esta misma manera ha sido el mismo Cristo que por su misericordia ha abierto nuestros ojos para que creamos en él y seamos hechos hijos de Dios, y es él mismo quien nos da el entendimiento y la certeza que estamos en la verdad y que él es la verdad, y que Jesucristo es el verdadero Dios y que solamente en él está la vida eterna. Ahora hasta este momento Jesús nos ha abierto el entendimiento para conocerle a él, pero ese entendimiento no está del todo abierto, ya que la revelación de quien es Cristo es muchisisisimo más grande, por esa razón el apóstol Pablo oraba por los efesios para que Dios les diera un Espíritu de Sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de nuestro entendimiento Efesios 1:17-18, la revelación de quien es Cristo es progresiva y cada vez que le buscamos de corazón y pasamos tiempo con él en oración podemos obtener más de esa revelación.

Versículo 21

Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

La conclusión de esta carta parece ser un poco inesperada, pero definitivamente necesaria, en este último versículo nos cambia aparentemente totalmente de tema, pero toca algo muy importante que debemos tener en cuenta en nuestra vida cristiana, tenemos muchos conceptos acerca de lo que es un ídolo, en su concepto más primario es toda figura hecho por manos humanas ya sea de barro piedra metal etc. A la cual se le atribuye poderes o se le considera como dios, y se le rinde tributo y adoración a tal figura, de este tema hay mucho que decir pero solo quiero referirme a algunas cosas solamente, primero quiero decir que aún podemos hacer de Dios un ídolo, suena fuerte pero así es, vemos en Éxodo cuando Moisés se ausento por cuarenta días para recibir la ley de Dios el pueblo en su desesperación decidió juntar oro y de allí hicieron un becerro de oro, lo más impactante de esta historia es que cuando ellos acabaron de hacer dicho becerro, dijeron lo siguiente: Éxodo 32:4-5  y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.

Si nos fijamos bien ellos pensaban que aquel becerro era Dios y que le estaban adorando a él y que la fiesta de celebración era para Jehová, pero no era así, ellos estaban haciendo de Dios un ídolo, esto tiene dos aplicaciones prácticas, sabemos que la iglesia católica tiene muchas imágenes de Jesús el cual es Dios y aunque ellos dicen que no las adoran, sino que las veneran en la práctica viene siendo exactamente igual, pues ellos hacen fiestas, sacan a la imagen, hacen procesiones, lo más terrible es que ellos piensan que están agradando a Dios con esas cosas, cuando para el Señor la idolatría es una abominación, la razón por la cual los israelitas hicieron un becerro de oro pensando que ese era Dios, sencillamente es porque ellos tenían un conocimiento equivocado de quien es Dios verdaderamente, ellos se dejaron llevar por la idolatría que habían aprendido en Egipto los cuales adoraban muchas imágenes, ellos pensaron que así también era Dios, ahora esto no los excusa de ninguna manera porque si notamos antes que Moisés subiera al monte a  recibir la ley Dios mismo les hablo diciendo que no se hicieran ninguna imagen ni semejanza de lo que está en el cielo, ellos hicieron caso omiso al mandato de Dios y se hicieron una imagen de Dios, y es lo que pasa actualmente con el catolicismo, pero esto no se queda ahí simplemente, mucho que se dicen llamar cristianos que pueden ir a una iglesia y levantar sus manos y aparentemente adorar a Dios pueden estar siendo idolatras pues el concepto que ellos tienen de Dios no lo han aprendido en la biblia, sino que se han fabricado un Dios en su mente pensando que Dios es como ellos se lo imaginan, que Dios es un Dios chévere, que no le importa si pecamos o no, que nos deja hacer lo que queramos y tantas otras ideas extrañas que no se basan en la revelación bíblica, si el Dios en el cual tú crees no es el Dios que revela la biblia déjame decirte que eres un idolatra, que estas en tus pecados y no has creído verdaderamente en Jesucristo, pero si crees en el Dios de la biblia puedes tener la plena confianza que estas adorando al verdadero Dios.

Esta palabra ídolos también lo podemos ver desde otro punto de vista, pues ídolo también es todo aquello que ocupa el lugar de Dios en nuestras vidas, puede ser que tengas un concepto correcto acerca de quién es Dios basado en la biblia pero en tu vida existir cosa o personas que tomen el lugar de Dios, para muchos será el conyugue, los hijos aun hasta los pastores, para otros sea el trabajo, el deporte, los placeres, pero el más grave y es contra el cual nos debemos guardar más, es contra nosotros mismos, pues para la mayoría de personas, ellos mismos son sus ídolos, pues ellos son más importantes que cualquier otra persona inclusive hasta más importantes que Dios, la idolatría es una de la cosas que nos aleja más de Dios que ninguna otra cosa, por eso el apóstol Juan nos advierte que nos guardemos de todo lo que pueda convertirse en un ídolo para nuestra vida, y la manera más efectiva para conseguir eso es tener el mismo pensamiento que tenía el apóstol Pablo Filipenses 3:8  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, así que, si nuestro anhelo cada día es conocer a Cristo y lo demás lo consideramos como vano estaremos guardando nuestras vidas de la idolatría… AMEN

Por Jhon V

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