¿TIENE ALGO QUE VER LA PREDICIÓN DE LOS MAYAS CON LA BIBLIA?

















La respuesta a esta pregunta en primera instancia obviamente es que no, todo verdadero cristiano que tenga un regular estudio de la biblia sabrá que “del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo sino solo el Padre” Mateo 24:36. Pero en otro contexto la predicción de los mayas si tiene algo de bíblico, veamos lo que dice en:


Lucas 21:8  El entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: EL TIEMPO ESTÁ CERCA. Más no vayáis en pos de ellos.

Como vemos en la parte resaltada, que una de las señales del fin será que vendrán muchos diciendo “el tiempo está cerca”, debemos entender que esto no hace referencia a aquellos que sinceramente al ver las señales advierten que verdaderamente está muy cerca la venida de Cristo, pero no se atreven a dar fechas, pues sería anti bíblico, vemos que el mismo Apóstol Pablo y el mismo Pedro nos señalan que el Señor viene pronto en muchas de sus epístolas  también en Apocalipsis 22:20 el mismo Jesús nos dice:  "Ciertamente vengo en breve", esta señal hace referencia a todos aquellos que se levantan a dar fechas exactas en cuanto a el fin del mundo, diciendo “está cerca, es el 21 de Diciembre, el 16 de octubre etc.” aquellos que afirman tajantemente una fecha para todos estos acontecimientos.

Sabemos que como nunca antes en la historia se han levantado hombres y mujeres prediciendo el fin de los tiempos, aquí un pequeño recuento acerca de profecías del fin del mundo.

Año 90: Menos de 100 años después del nacimiento de Cristo, el Papa Clemente I, elegido en el año 88 y fallecido en el 97, profetizó que el fin del mundo sucedería en cualquier momento de ese año.

Año 365: El obispo y escritor francés Hilario de Poitiers pronosticó ese año como el del fin del mundo, ya que alegaba que el último emperador (Constancio II), que lo había desterrado de Frigia, era el Anticristo, y el responsable del final que se acercaba.

Año 400: El obispo San Martín de Tours desde el año 375 comienza a predicar que el fin del mundo llegaría en el 400. Su escrito aseguraba: “No hay dudas de que el anticristo ya nació. Firmemente establecido ya en sus primeros años, después de alcanzar la madurez, alcanzará el poder supremo”. Sus cálculos aseguraban que a los 25 años, el Anticristo se adueñaría del mundo y lo destruiría.

Año 999: La inminente llegada del año 1000 provoca una histeria colectiva, que lleva incluso a iniciar guerras contra los paganos del norte de Europa para “convertirlos” antes de la “Segunda venida”. Miles de personas vendieron sus propiedades y descuidaron sus plantaciones para peregrinar a Jerusalén, a la espera de la llegada del Mesías.

Año 1260: El monje italiano Joaquín de Fiore, que vivió entre los años 1135 y 1202, había asegurado que el fin del mundo estaba previsto para este año. Su cálculo para el fin del mundo rezaba que eran 30 generaciones que pasaban antes del fin de la era, y teniendo en cuenta que 42 años es la edad promedio de una persona, al multiplicar 30 por 42 el resultado era 1.260. Tras su muerte, sus seguidores, denominados “Joaquinitas” formaron un movimiento que avalaba esa teoría, aunque al no pasar nada ese año, aplazaron el fin del mundo un año más, hasta el 1290, aduciendo que faltaba una generación.

Año 1284: El Papa Inocencio III, que vivió entre los años 1161 y 1216, aseguró que el fin del mundo estaba previsto para 666 años después de la fundación del Islam, por lo que la suma de esas cifras le daba ese año.

Año 1496: Según los místicos del siglo XV, teniendo en cuenta que el nacimiento de Cristo se produjo en realidad en el año 4 aC, en ese año se estaba viviendo el 1500 después de su nacimiento, lo que llevaba a que el fin de la era antigua llegara en ese momento.

Año 1666: Teniendo en cuenta que esta fecha es la suma del milenio más el Número de la Bestia, y los diferentes conflictos que se sucedían en Inglaterra, todo hacía prever que el fin del mundo llegaba. Incluso, el Gran Incendio de Londres que ocurrió ese año ayudó a acrecentar los rumores y teorías.

Año 1669: Los Antiguos Creyentes de Rusia estaban convencidos de que el fin del mundo sucedería ese año, lo que llevó a que 20.000 de ellos se inmolaran quemándose, para protegerse de la inminente llegada del supuesto Anticristo.

Años 1843-1844: William Miller, líder del denominado Movimiento Millerita, basado en un minucioso cálculo predijo que la segunda venida de Cristo se produciría entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844, año durante el cual reunió a miles de devotos, a la espera de su llegada. Tras el fracaso de la profecía, se aseguró que el 22 de octubre de 1844 era la fecha en realidad. Para ese día, reunió a todos sus seguidores en una colina, y tras el fracaso, el hecho es recordado como “La gran decepción”.

Año 1891: El 14 de febrero de 1835, Joseph Smith, fundador de la Iglesia Mormona, aseguró que la segunda venida tendría lugar pasados los 56 años, lo que daba como resultado ese año: "El Salvador haría su aparición aquí en la Tierra y la escena final tendría lugar", según el diario de Oliver Boardman Hamington.

Año 1914: Los Testigos de Jehová creyeron que cada uno de los “siete templos” mencionados en el libro bíblico de Daniel era de 360 días, lo que totalizaba 2.520 días. Ellos interpretaron esto como representativo de 2.520 años, comenzando en el año 607 aC, lo que fija como meta el año 1914, más precisamente el día 1 de octubre. De hecho, consideraron la Primera Guerra Mundial como la batalla del Armagedón. Luego de que transcurriera ese año sin que nada pasara, la revista Watchtower predijo que el año final del mundo sería 1915, 1918, 1920, 1925, 1941, 1975, y por último 1994. No, ninguna se cumplió.

Año 1919: El reconocido meteorólogo italiano Alberto Porta, residente en San Francisco, aseguró que para esa fecha una conjunción de seis planetas causaría una corriente magnética tal que “penetraría el sol, causando grandes explosiones de llamas de gas, que finalmente terminarán con la Tierra”. El terror comenzó a expandirse hacia otros países, y muchas personas fueron las que se suicidaron antes de que tal catástrofe llegara.

Año 1987: Leland Jensen, líder de la secta bahá’í, profetizó que el cometa Halley sería desviado a la órbita de la Tierra el 29 de abril del 1986, y los pedazos del cometa cubrirían la Tierra durante un año. La fuerza de la gravedad del cometa podría causar grandes terremotos, y el 29 de abril de 1987 el cometa se estrellaría contra la Tierra causando una destrucción generalizada.

Año 1999: Varias son las teorías que afirmaban que en ese año el fin del mundo llegaría. Desde las publicaciones de los Testigos de Jehová hasta el lingüista Charles Berlitz, quien predijo una devastación nuclear, el impacto de un asteroide o incluso el cambio de polos. Según una publicación astrológica que circulaba en la India, el mundo desaparecería por una serie de graves desastres naturales el 8 de mayo, predicción que llevó a que una importante cantidad de indios entraran en pánico.

Además, los miembros de la secta denominada Iglesia Stella Maris, de Colombia, se reunieron en Sierra Nevada asegurando que el fin de la semana del 3-4 de julio de ese año pasarían a ser recogidos por un OVNI que los salvaría del fin del mundo. Sin embargo, el fin del mundo no llegó, pero los más de 30 integrantes de ese culto desaparecieron sin dejar rastros.

Año 2000: Según el arqueólogo Richard W. Noone en su libro 5/5/2000Ice: The Ultimate Disaster, una acumulación de exceso de hielo en la Antártida es la causante de un desequilibrio en la Tierra. Ese desequilibrio cambiaría los polos, lo que podría causar el envío de miles de millones de toneladas de hielo a las cascadas de todos los continentes.

Año 2001: La Academia de Ciencias Unarius, fundada en 1954, aseguró que a fines de este año los “hermanos del espacio” enviarían ovnis a la zona de El Cajón, California, para la inauguración de una nueva era. Sin embargo, en enero de 2002, al ser consultados respecto del error de su profecía, adujeron: "Los hermanos del espacio no aterrizaron porque nosotros, el pueblo de la Tierra, no estamos dispuestos a aceptar los pueblos avanzados de otro planeta".

Año 2003: Este año llegaría el fin del mundo, más precisamente el 5 de mayo, según lo que aseguraba Nuwaubians, un culto a Georgia dirigido por el Dr. Malachi Z. York, que dice ser la encarnación de Dios y un nativo del planeta Rizq, que incluso fue entrevistado por la revista Time en julio de 1999.
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Año 2004: La fecha del regreso de Cristo del año 2004 está basada en artes llamados Salmología, numerología y la noción bíblica de que 360 días equivalen a un año, según el calendario judío. Para calcular dicha fecha usted necesita una regla, una calculadora y MUCHO papel.

Año 2007: Utilizando la numerología, donde mezcló profecías bíblicas, el Y2K, los códigos de la Biblia y la astrología, Thomas Chase confirmó que el Armagedón ocurriría en agosto de este año

Año 2008: Walter Wagner y Luis Sancho (no sé quiénes son) dijeron que el fin del mundo sería el 10 de septiembre del 2008 debido al accionar del colisionador de Hadrones situado entre Suiza y Francia

Año 2011: Un supuesto profeta de origen argentino disidente de la secta de los Adventistas del Séptimo Dia profetizo el fin del mundo para el 15 de Octubre del 2011

Año 2011: El pastor Harold Campin, predijo el fin del mundo, para el 21 de mayo luego cambio la fecha para el 21 de octubre

Año 2012: El falso profeta, blasfemo, engañador y no se otro adjetivo se me ocurre, de José Luis De Jesús Miranda, auto proclamado “Jesucristo hombre” líder de la secta creciendo en gracia, profetizo que el fin del mundo seria el 30 de junio del 2012

Año 2012: La falsa interpretación del calendario Maya decía que el fin del mundo ocurriría el 21 de diciembre de 2012

Si usted puede notar el incremento de las profecías del fin del mundo se han venido multiplicando cada vez más, esto nos demuestra que si se está cumpliendo la profecía que Jesús nos dio que muchos vendrán diciendo EL TIEMPO ESTÁ CERCA, el problema con esto es que cada una de estas falsas profecías no cumplidas, lo que producen en el común de la gente es incredulidad e insensibilidad, en lo referente a la segunda venida de Jesús y el fin de los tiempos, cada vez más el corazón de las personas se endurecerá y rechazara las verdaderas señales que muestran que la venida de Cristo está cerca, todo esto para preparar el camino del anticristo.

Igual, nada de esto es de extrañarse pues la misma biblia nos habla que cuando sucedan estas cosas tomara por sorpresa a la humanidad, y será como los dolores de la mujer encinta y como un ladrón en la noche, debido a que por tanta falsa profecía la incredulidad inundara la tierra.

1 Tesalonicenses 5:3  que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 4  Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.

Lo que nos debe cuestionar es cuál debe ser nuestra reacción como cristianos a cada uno de estos acontecimientos. Considero que no nos debemos dejar arrastrar por ninguna de esas falsas profecías que hablan del fin del mundo, pero tampoco nos debemos dejar llevar a un punto donde nos hagamos insensibles e incrédulos con respecto a estos temas y vivir una vida despreocupada y desinteresada en cuanto a la segunda venida de Jesús y no prepararnos para ese evento, que en verdad puede ser en cualquier momento, pues como dice el versículo que leímos anteriormente, en cuanto a los verdaderos cristianos

no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón”.

Considero que debemos volvernos a la biblia y tomarla a ella como única fuente fidedigna, en relación con cada uno de estos temas y no dejarnos mover fácilmente del punto de vista revelado en la palabra. Cierro con este versículo que dice:

2 Tesalonicenses 2:1  Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2  que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

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