POR JESÚS LOPEZ y FREDDY RIVERA
Todo
en mi tragedia ha sido espantoso, mezquino, repugnante y falto de estilo;
nuestro mismo uniforme nos hace grotescos. Somos los bufones del dolor. Somos
payasos con el corazón destrozado. Estamos especialmente trazados para excitar
el sentido del humor
Oscar Wilde, De
Profundis
Resulta absurdo por parte del cristianismo en el
siglo XXI seguir la táctica del avestruz
e ignorar la realidad que vive el mundo. Es por ello que este ensayo intentara
explicar detalladamente el tema del cristianismo frente a la homosexualidad, no
solo a la luz de la teología sino complementada con una perspectiva histórica y
referencias de expertos en el tema.
HISTORIA DE LA HOMOSEXUALIDAD
Todos los teóricos, tanto
homosexuales como heterosexuales, seculares como cristianos coinciden en que la
homosexualidad es la
Inclinación hacia la relación erótica con individuos del
mismo sexo (ver bibliografía). A pesar de que etimológicamente la palabra
homosexual se deriva del griego, su origen es relativamente reciente, habiendo
comenzado a utilizarse a partir del año 1869.
Una de las primeras referencias al homosexualismo procede de
la Biblia y hace referencia a la destrucción de Sodoma y Gomorra, las dos
ciudades malditas, por lo que el nombre sodomita se convino en aplicar a los
hombres. Aunque algunos han considerado que el pecado de Sodoma solo hace referencia
a la no hospitalidad de sus habitantes, tratando de justificar teológicamente
su condición. El texto bíblico, sin embargo nos dice otra cosa, veamos lo que
dice el siguiente fragmento tomado de la Biblia al día: Llamaron a Lot y le
dijeron: — ¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa?
¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos! (Gen 19:5). Recordemos que los
hombres a los que se hace referencia eran ángeles enviados por Dios para
comprobar el pecado de Sodoma y Gomorra.
En la
Grecia clásica, la homosexualidad se centro en la isla de
lesbos, personificándose en la poetisa Safo, de donde ambos nombres empezaron a
aplicarse a las mujeres homosexuales bajo las acepciones de saficas o
lesbianas.
Pero fue en el año de 1862 que Karl Hernrich Ulrichs uno de los primeros en
estudiar científicamente el problema de la inversión sexual, utilizo el nombre de
urning para designar al homosexual, y el de urningin para la lesbiana. Ambos nombres los hizo derivar a
la palabra Urano, que significa cielo, con lo cual Ulrichs parecía querer
indicar que el amor uranista era de calidad mas elevada que las relaciones
sexuales ordinarias, y hacia enlazar este concepto con el del llamado amor
platónico, en el que algunos autores han
querido ver las relaciones amatorias mas puras, sin contactos físicos, cuando
en realidad (dadas las costumbres homosexuales del filosofo griego) debería
entenderse en relación amatoria entre individuos de un mismo sexo.
78 años después la homosexualidad fue tema de
estudio de Kinsey y sus colaboradores. Cuya primera tarea fue el definir cada
dategoria: homosexual, bisexual y
heterosexual. Así mismo se diseñaron escalas, tests, entrevistas e incluso
procedimientos psicofisiologicos de evaluación. Pero fundamentalmente, la
orientación sexual fue un proceso de auto evaluación, y la persona se definía
ella misma en una de esas tres categorías
En la actualidad existen dos planteamientos que
generalmente se contraponen en lo que respecta a las causas que originan la
homosexualidad la primera es la tesis organicista y la segunda es la
psicosocial, dado que mas tarde las abordaremos solo vamos a dar un somero vistazo.
La primera sostiene que la homosexualidad tiene una causa orgánica hereditaria que
puede ser activada hormonalmente y la segunda sostiene que dicha conducta se
origina en algún tipo de alteración en el desarrollo psíquico y sexual ocurrida
causa de la influencia de modelos de conducta observados.
La tesis psicosocial tiene mas fundamento que la
organicista aunque no se puede descartar que las dos puedan combinarse para
originar este comportamiento; de todos modos “sea cual sea el verdadero origen de la homosexualidad, lo
cierto es que la Sagrada Escritura
condena claramente la practica de la misma”
CONTINUA...
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